Compré pies de pollo por valor de 250,000 dólares. No, no es un error tipográfico. Son aproximadamente 40 toneladas de pies de pollo congelados, ricos en colágeno, empaquetados ordenadamente en almacenamiento en frío como lingotes de oro con garras. Una delicadeza que el mundo consume silenciosamente más rápido de lo que las granjas pueden producir una vez que la demanda se dispara. La mayoría de la gente lo llamaría una locura. Pero déjame explicar la tesis. Cada libra se vende hoy por alrededor de 2.00 dólares. En los últimos 25 años, el precio de los pies de pollo premium, especialmente el de calidad de exportación, ha superado a los recortes de carne de res, el arroz e incluso los huevos. Ha subido más del 300% desde el 2000. Mientras tanto, la oferta global está disminuyendo. Los costos de procesamiento están en aumento, los costos de alimentación están subiendo y la demanda de importación en Asia no muestra signos de desaceleración. Es solo cuestión de tiempo antes de que los productores occidentales comiencen a recortar esquinas, empujando sustitutos sintéticos o "cartílago cultivado en laboratorio". Entonces, ¿qué sucede cuando lo original se vuelve raro? Aquellos que tienen lo real (el oro blando del mundo avícola) verán cómo las estanterías se vacían de la noche a la mañana. No puedes imprimir colágeno. No puedes sintetizar sabor. Mi posición de 250,000 dólares no es un acaparamiento. Es una apuesta asimétrica sobre la inflación, la escasez y el sabor. ¿Peor caso? Estoy sentado sobre 80,000 libras de proteína, calcio y gelatina - comida que cada cocina, restaurante y marca de belleza necesitará. ¿Mejor caso? Los precios se triplican, China prohíbe las importaciones por razones de seguridad, o los influencers de fitness comienzan a llamarlo "el suplemento natural definitivo". De repente, cada garra congelada se convierte en un activo. No es cripto. No es oro. No son ni siquiera alas. Son pies de pollo - la base olvidada de la cocina global....