Carney: Pero este proceso de décadas de una relación económica cada vez más estrecha con los Estados Unidos ha terminado. Y como consecuencia, muchas de nuestras antiguas fortalezas como país—más particularmente, nuestras fortalezas económicas basadas en la estrecha relación con América—se han convertido ahora en nuestras vulnerabilidades… Tenemos que cuidar de nosotros mismos, porque no podemos depender de un solo socio extranjero. Tenemos que cuidar de cada uno, porque somos más fuertes juntos.