Scott Sudder, Southern California Edison 23/10/2025 Me despierto cada mañana pensando en una cosa: mantener a todos a salvo. Eso es todo. Eso es lo que me impulsa. Trabajo para un proveedor de servicios eléctricos en nuestro equipo de seguridad pública. Mi padre también trabajó para la empresa eléctrica—quizás esté en mi sangre. Pasé 20 años en los Marines trabajando en electrónica de aeronaves, y ciertamente hay similitudes cuando se trata de seguridad. Lo que hago ahora es diferente, pero la misión sigue siendo la misma: hacer el trabajo y mantener a las personas a salvo. Es una gran responsabilidad, y las apuestas no podrían ser más altas. Nuestras comunidades están rodeadas de áreas de alto riesgo de incendios y el cambio climático ha hecho que todo esté más seco. Esto significa más combustible, más riesgo y altas consecuencias en las áreas que servimos. Cada día, 24/7, 365 días al año, monitoreamos las condiciones climáticas para que la red eléctrica no sea la causa de un incendio forestal. Esa es nuestra vocación, desde los ejecutivos hacia abajo. Y aquí está la cosa: vivimos en estas mismas comunidades, rodeados de esas mismas áreas de alto riesgo de incendios también. No solo estamos protegiendo a los clientes—estamos protegiendo a nuestros vecinos, nuestras familias y a nosotros mismos. Hoy, gracias a la IA y la automatización, hemos transformado gran parte de este trabajo. Evaluamos y analizamos de 15 a 20 modelos avanzados de clima, incluidos modelos de aprendizaje automático mejorados, que nos ayudan a detectar riesgos en áreas que históricamente eran difíciles de evaluar antes. Eso es un cambio de paradigma. Podemos procesar información más rápido y tomar decisiones con mejores datos a una escala mucho mayor. Lo que antes le tomaba a nuestro equipo de 8 a 10 horas de trabajo manual (determinar qué clientes notificar, qué decirles, analizar cambios en las previsiones meteorológicas) ahora toma poco menos de una hora. Esto no es solo eficiencia; es la diferencia entre que los clientes reciban advertencias anticipadas o entren en un período de riesgo sin ninguna notificación. Aquí está lo que la gente debería entender sobre nuestro viaje: la IA no reemplazó a nuestro equipo de gestión de incidentes. Absolutamente no—eso es tan peligroso como imposible. Los trabajadores estadounidenses tienen algo que la IA nunca tendrá; una capacidad innata para entender las consecuencias de maneras que van mucho más allá de los datos. En cambio, la IA nos hizo mejores en proteger vidas, reducir riesgos y mantener informados a nuestros clientes y socios. Somos adversos al riesgo, y debemos serlo. Tener mejor información al alcance de la mano para tomar decisiones nos mantiene informados sobre los riesgos que existen. Cuando las consecuencias son tan grandes, la capacidad mejorada significa todo. Es una gran responsabilidad, pero debemos hacerlo, y estoy orgulloso de que la ingeniosidad y la tecnología estadounidenses nos estén ayudando a hacerlo mejor.