La apertura reconcilia los altos objetivos del aprendizaje automático con los objetivos del arte elevado, estableciendo la libertad para que máquinas y humanos exploren libremente lo que les interesa con la esperanza de descubrir algo nuevo. Concebimos este proyecto como un juego para intentar dar a los agentes la libertad de salir a buscar nuevas imágenes de forma novedosa, y me gustó la idea de llamarlo "Kinder Scout" en referencia a la invasión masiva en las montañas de Inglaterra, una protesta que intentaba establecer el derecho de cualquiera a deambular libremente por la tierra. No les había contado a nuestros colaboradores @teropa ni @samueldiggins mi idea de ponerle nombres cuando me explicaron que habían planeado un retiro de unos días cerca de la fecha límite que no podían reprogramar. Cuando pregunté dónde, dijeron "Kinder Scout". Simplemente wow. En el espíritu de señales no planificadas (lo que yo llamo momentos angelicales), aprovechamos la serendipia y les pedimos que llevaran cámaras para su caminata, con la sencilla indicación de que solo siguieran lo que les pareciera interesante en ese momento. Estas imágenes se envían a un conjunto de agentes que mutan y narran para intentar mejorar sus imágenes más novedosas. Humanos e inhumanos en la misma misión de descubrir algo juntos. Eternamente agradecido a Tero y Sam por estar tan dispuestos a experimentar y ver a dónde llevaban las cosas.