Hace años, leí este libro de una médica, pediatra, que había practicado la medicina durante décadas y que crió a un niño sin la ayuda de una guardería. Dijo que cuando ella y su esposo tuvieron a su hija, no pensaron que debería renunciar a su práctica médica, por lo que construyeron una pequeña habitación con una bonita ventana en la oficina donde el bebé podía jugar y dormir durante el día y mamá podía entrar y salir viendo pacientes. Incluso educó en casa desde allí cuando la hija creció. Estoy seguro de que hubo otras cosas que tuvieron que solucionar a lo largo de los años, pero recuerdo haber pensado que tener a su bebé con usted todos los días en el trabajo, en una habitación bonita con una gran ventana, sonaba como el escenario perfecto. Un sueño, de verdad. Creo que esta vida es más alcanzable de lo que parece.