El paradigma de la interacción humano-máquina está experimentando una migración estructural, desde las instrucciones de teclado iniciales hasta las interfaces gráficas, y ahora hacia interacciones inmersivas centradas en la voz, imágenes en tiempo real y espacios tridimensionales, toda la cadena está siendo redefinida. Cada salto en la capacidad de interacción impacta fundamentalmente el papel del frontend como "capa de unión": desde el low-code y no-code, hasta sketch2code, image2code, y ahora modelos que generan directamente la lógica de interacción, la demanda de mano de obra centrada en el corte de imágenes, alineación de UI y escritura manual de interacciones naturalmente seguirá disminuyendo, por lo que la voz de que "el frontend ha muerto" aparece una y otra vez. Pero para mí, el frontend nunca ha sido un stack tecnológico, sino una capa de traducción. Se encarga de traducir las capacidades de los servicios finales en experiencias que son perceptibles, comprensibles y operativas, y también de traducir el comportamiento, la retroalimentación y las verdaderas demandas de los usuarios de vuelta al sistema subyacente. Esta es una cadena delicada, complicada y extremadamente crucial, que atraviesa cualquier época de interacción humano-máquina, no desaparecerá por la generación de código, ni se volverá obsoleta por el cambio en la forma de la interfaz. Solo cambiará la forma de ejecución, pero la esencia del rol no cambiará. La contracción y liberación del mercado del frontend depende esencialmente de la madurez del paradigma y de la discreción de las necesidades de los usuarios. En formas de interacción altamente homogéneas como los Chatbots, la demanda de frontend tiende naturalmente a ser excesiva; mientras que cuando la interacción avanza formalmente hacia la voz, multimodal, AR/VR y computación espacial, nuevas estructuras de interacción y modos de percepción se multiplicarán rápidamente, y la interfaz y la operación serán reconfiguradas, los límites del frontend volverán a ser estirados. Lo que realmente no será eliminado no es un stack tecnológico, sino la capacidad de mantener una suficiente agudeza de percepción sobre "la próxima relación humano-máquina", entendiendo cómo conectarse con las futuras formas de interacción. La migración de paradigmas no eliminará a las personas, solo eliminará a aquellos que ya no migran.