No me encuentro con tantos TIM en el curso de la vida diaria, pero acabo de ver dos con pocos minutos de diferencia: un TIM descomunal con una blusa sin mangas y lápiz labial en el gimnasio, seguido de otro con un sombrero de vaquero, una minifalda y una blusa de tubo que exponía un tatuaje pesado en la acera justo afuera del gimnasio. No tengo ningún reflejo de disgusto o miedo al ver a esas personas y siento la misma indulgencia básica que la mayoría de las personas acostumbradas a vivir en las grandes ciudades sienten hacia la exhibición pública de excentricidad privada. Si siguiera siendo una forma de excentricidad privada, y bien puede ser simplemente eso para estos TIM o incluso para la mayoría de los TIM, no pensaría ni me importaría este tema en absoluto. Es la fabricación de un falso movimiento de derechos civiles que hace proselitismo a los niños y busca infligirles lesiones de por vida a través de afirmaciones fraudulentas de ser médicamente necesarios y salvar vidas en nombre de lo que podría y debería haber seguido siendo simplemente una forma de excentricidad privada que hace que esto sea algo que debe ser atendido y derrotado.