Los mercados agitados exponen la psicología más que la habilidad. He visto mucho de esto dando vueltas, en particular: 1) Falacia del costo hundido: Sigues aguantando porque ya has "llegado hasta aquí". El precio de entrada se convierte en un ancla emocional. En lugar de evaluar nueva información, defiendes una vieja decisión. 2) Doblar el sesgo: Se promedia hacia abajo para evitar el dolor de equivocarse. Los buenos traders añaden fuerza, no debilidad. 3) Sesgo de actualidad: El último movimiento se siente como la nueva tendencia. Unos pocos días malos y la gente lo llama la cima; una vela verde y gritan al revés. 4) Sesgo de confirmación: comienzas a filtrar lo que lees para proteger tu ego. Cada gráfico, narrativa o tweet se convierte en evidencia de que todavía tienes razón. 5) Aversión a la pérdida: el dolor de perder supera la elección racional de cortar. Prefieres "esperar a SER" que reasignar a algo con mejores probabilidades. Así es como el costo de oportunidad se acumula silenciosamente. — Si no se evalúa a sí mismo durante estos períodos, el mercado lo hará por usted, a través de reducciones, rotaciones perdidas y dolor que podría haber evitado.