Todos los días, los palestinos son ejecutados en Gaza. No por Israel. Por Hamas. Hombres y mujeres que se atreven a criticarlos. Periodistas que intentan decir la verdad. Personas acusadas, sin pruebas, de "colaboración". Los llevan a las calles, los golpean y les disparan. Nuestro propio pueblo asesinado por quienes dicen "defendernos". Y, sin embargo, no veo una sola protesta. No en Londres. No en Nueva York. No en París. Las mismas voces que marchan cuando Israel está involucrado desaparecen repentinamente cuando Hamas mata a palestinos. Si realmente te preocupas por la vida de los palestinos, entonces preocúpate por todas las vidas palestinas. El silencio ante el terror de Hamás no es solidaridad. Es complicidad.