Una de las justificaciones más antiguas de Hamas para una guerra interminable es religiosa: dicen que toda Palestina es un waqf, una confianza islámica sagrada que pertenece a Dios y que nunca puede ser entregada o compartida. Para un oído occidental, eso puede sonar poético o simbólico. Pero no lo es. En la ley islámica, un waqf es una dotación eterna: tierra que nunca se puede vender, dividir o negociar. Entonces, cuando Hamas llama a toda Palestina un waqf, lo que realmente quieren decir es: 1. La paz es ilegal 2. El compromiso es pecado 3. La convivencia está prohibida Esa idea no surgió de la nada. Está escrito directamente en su carta fundacional de 1988: "La tierra de Palestina es un Waqf [posesión sagrada] islámica consagrada para las futuras generaciones musulmanas hasta el Día del Juicio Final. Nadie puede renunciar a ella ni a ninguna parte, ni abandonarla ni ninguna parte de ella". - Carta de Hamás, artículo 11 Eso no es política. Ese es un veto religioso a la paz misma. En 2017, Hamas trató de sonar más moderado. Publicaron un nuevo "documento de política" que eliminó la palabra waqf, pero nunca cancelaron la antigua carta. Todavía se niegan a reconocer a Israel, y todavía hablan de "liberar toda Palestina, desde el río hasta el mar". Es un cambio de marca, no una reforma. Y ese es el problema central: Cuando su ideología dice que Dios prohíbe el compromiso, ningún alto el fuego o acuerdo de paz puede durar. Ya no se trata de justicia o libertad. Se trata de que la teología se use para atrapar a las personas en una guerra interminable que solo sirve a los que están en el poder....