¿Alguna vez has corrido un rápido 10 km y te has dado cuenta de que estás totalmente jodido para una carrera de 107 km en la que te inscribiste hace un año, antes de que tuvieras esas locas obligaciones laborales, por las cuales ahora has adoptado un estilo de vida de alto cortisol, viajando constantemente, viviendo en hoteles y siendo en su mayoría un esclavo de escritorio? Sí, yo tampoco.