Creo que necesitamos una nueva religión para la multitud secular, pero sospecho que gritar "compra estas creencias" es una estrategia insostenible. La persona del siglo XXI necesita la opción de no beber el Kool-Aid. Queremos poder optar por no participar sin entrar en conflicto con los proselitistas de la creencia. Es mejor expresar la religión a través de la ficción para que la gente pueda decir con seguridad "no lo siento" y a través del método científico/empirismo para que la gente pueda decir "esa es solo una posible teoría, hombre, no se ajusta a mi propia experiencia personal."