Ya hemos superado el argumento de que la migración masiva es económicamente beneficiosa. Es tan obvio que ya no lo es, pero esa nunca fue la razón por la que la izquierda lo impulsó. Eso era simplemente una historia de cobertura para poner en marcha la bola. La verdadera razón por la que la izquierda apoya la migración masiva es porque trata a los forasteros como moralmente superiores al propio pueblo estadounidense. Es la oikofobia en su forma más pura y cruda. Esta izquierda importa a estas personas por millones porque odian fundamentalmente a Estados Unidos, odian al pueblo estadounidense y aman más a los extranjeros del Tercer Mundo que al propio país que quieren gobernar.