A partir del 1 de enero de 2026, todo lo que hagas con tus criptomonedas será declarado automáticamente a las autoridades fiscales. La DAC8 (nueva directiva europea) exige que todas las plataformas, intermediarios y proveedores de criptomonedas transmitan a las autoridades fiscales: 🔸 Tu identidad, 🔸 saldos de tus cuentas, 🔸 Tu historial completo de transacciones, 🔸 y el equivalente en euros de cada transacción. En otras palabras: transparencia total impuesta, menos confidencialidad. Por favor, tenga en cuenta: solo se verán afectadas las transacciones y movimientos posteriores al 1 de enero de 2026. Sobre el papel, la medida pretende combatir mejor el fraude fiscal. Pero en realidad, marca una nueva etapa en la vigilancia generalizada del sector cripto. Y los efectos colaterales serán numerosos: ❌ Riesgos de seguridad crecientes: estas bases de datos serán objetivos ideales para los hackers, ❌ una violación de la privacidad financiera de los usuarios, ❌ complejidad administrativa adicional para las plataformas, que acabarán trasladando estos costes a los clientes, ❌ y finalmente, un probable éxodo de DeFi fuera de la eurozona, donde la innovación tendrá lugar en otros lugares. Quienes quieran mantener el control total de sus activos siempre pueden hacerlo. Existe una solución sencilla, legal y soberana: 👉 autocustodia. Si no quieres exponer el saldo exacto de tu cartera de criptoactivos al Estado y proteger tu derecho a la privacidad, puedes trasladarlos a una cartera hardware como Ledger antes del 1 de enero. Lo que tienes es asunto tuyo.