Los agricultores son la base de todas las naciones. Sin ellos, no hay comida. Sin comida, no hay estabilidad, no hay crecimiento, no hay futuro. En un mundo cada vez más vulnerable a las crisis mundiales, como los conflictos, las perturbaciones climáticas y las rupturas del comercio, la seguridad alimentaria no es un lujo. Es un imperativo estratégico. Las naciones que dependen de otros para alimentar a su gente están jugando con la soberanía. Las cadenas de suministro pueden fracturarse de la noche a la mañana. Se pueden imponer prohibiciones de exportación sin previo aviso. Los precios pueden subir más allá de su alcance. Una nación que invierte en sus agricultores, protege su suelo y prioriza la producción nacional de alimentos genera resiliencia desde cero. No se trata solo de agricultura. Se trata de supervivencia, independencia y dignidad. Apoye a sus agricultores. Protege tu tierra. Construye sistemas que alimenten a tu gente sin importar lo que el mundo te depare. La comida es poder. Los agricultores son los que lo crean. Me gusta y comparte si estás de acuerdo con esto. Todas las naciones deben acoger y ayudar a sus agricultores.