Cuando una red es abierta y sin permisos, nadie se sienta en el centro para decidir quién puede participar, validar transacciones o construir sobre ella. El tema de conversación "no-CEO" ayuda a recordar a los responsables políticos y al público que las verdaderas redes criptográficas abiertas y públicas no se gestionan de forma centralizada. Pero tratar ese tema de conversación como exclusivo de Bitcoin es engañoso y corre el riesgo de socavar una buena política. En la Asociación Nacional de Criptomonedas, creemos que la historia de las criptomonedas es más grande que cualquier token individual. Sí, Bitcoin no tiene un CEO, pero eso no es ideología. Es el diseño fundamental de todos los tokens abiertos y sin permisos.