A los palestinos siempre se les ha negado la libertad de definir los contornos de su futuro. Es un pilar crítico del proyecto colonial que busca dominarlos indefinidamente. El último plan de Trump es simplemente otra manifestación de esto. Es una reconfiguración del control colonial. La guinda del pastel es la participación de Tony Blair, un criminal de guerra y mercenario. Es audaz como cruel.