Aquí está la forma más fácil de entender el conflicto árabe-israelí. En Egipto, Afganistán y Pakistán, las niñas cristianas son secuestradas y convertidas a la fuerza al islam. Por ley, una vez que eso sucede, no pueden regresar al cristianismo y no pueden casarse con un no musulmán. Miles de tales casos han sido documentados. En el islam, no solo las personas tienen religiones, las tierras también. Las tierras cristianas fueron "convertidas" al islam de la misma manera que esas niñas: a través de la fuerza. Y una vez que eso sucede, la tierra nunca puede volver. Si la "familia" de esa tierra, su pueblo original, intenta reclamarla, se considera apostasía. Porque en la teología islámica, una vez que una tierra "se casa" con el islam, le pertenece para siempre. Ese es el corazón del conflicto árabe-israelí: Israel es la tierra que se negó a permanecer secuestrada.