La idea de ‘autobuses gratuitos’ es tan estúpida y antitecnocrática. Además de ser una invitación para que los vagabundos se estacionen en los autobuses, también es un incentivo para que los trabajadores pobres sobrecarguen los autobuses en lugar de tomar el metro. La campaña de Mamdani estaba claramente dirigida al grupo demográfico de 105 IQ.