Mi primer negocio real fue el almacenamiento para estudiantes. Hacíamos recogida y entrega en campus universitarios en varios estados. Fue brutalmente difícil, pero me dio el capital y las habilidades que necesitaba para expandirme. Aprendí marketing, ventas, operaciones, finanzas, contratación y delegación, etc. Ahora puedo aplicar esas habilidades a oportunidades mucho más grandes hoy en día. Tu primer negocio no se trata de intentar cambiar el mundo. Se trata de adquirir las habilidades, el capital y la red adecuados para que puedas hacer movimientos más grandes más adelante.