Recibir pagos en stablecoins es un gran paso, pero no es toda la historia. Pregúntate: ¿por qué tienes tu banco donde lo tienes? La razón inicial probablemente fue mundana: ubicación, recomendación, oferta de registro. Pero, ¿por qué te quedas? Porque tu cuenta corriente está conectada a todo lo que importa. Es la capa de compensación de tu vida financiera. El dinero fluye desde la nómina, reembolsos y transferencias, y fluye hacia el alquiler, tarjetas de crédito, Venmo e inversiones, etc. No cambias porque esa red de integraciones es lo que mantiene tu vida financiera funcionando sin problemas. Por eso, la nómina en stablecoins (como el movimiento USDG de Paxos x Toku) es un comienzo prometedor, pero aún no es un reemplazo completo. ¿Cambiaría hoy? No, mi billetera de neobanco no está (aún) conectada a todas esas cosas como lo está mi cuenta bancaria. Para que las billeteras de stablecoin compitan, necesitan interoperabilidad: ACH, débito directo, transferencias, pago de facturas, recargas de tarjetas, inversiones. En los mercados emergentes, los compromisos tienen sentido; en EE. UU., aún no. Aún así, comienza aquí. Una vez que las billeteras igualen ese nivel de conectividad, el centro de gravedad puede cambiar, pero los usuarios bien bancarizados necesitan una razón convincente para cambiar. A corto plazo, el impacto es mayor para los usuarios en mercados emergentes. ¿Cambiarías a la nómina en stablecoin?