Convertimos tres salas de galería en una iglesia vandalizada. Un lugar de ojos que te seguían, llamando tu nombre. Cámaras web de IA, CCTV y confesiones. Paredes cubiertas de pinturas de estilo barroco y escrituras LED brillando con versos sobre Dios, IA y rebelión. Drones flotando y siguiéndote en AR. Y en la entrada, la Manzana Dorada del Consentimiento, la tentación del conocimiento, vigilaba todo. Cada elemento de la exposición #EXPOS3D planteaba una pregunta: ¿Todavía tenemos libre albedrío en la era de los algoritmos y los dioses digitales? ¿Podemos rebelarnos o es demasiado tarde? La experiencia fue completamente inmersiva e interactiva. La aplicación EXPOS3D transformó la forma en que los visitantes interactuaban con el arte, para bien o para mal. Recogieron puntos, desbloquearon recompensas e intercambiaron atención por acceso, al igual que en la vida en línea. Las reacciones y respuestas han sido increíbles. Muchas entrevistas para compartir pronto. Fue físico. Fue digital. Fue gamificado. Desafió e incluso aterrorizó a algunos. Y esto es solo el comienzo. Grandes planes por delante. ¿Qué piensas? ¿Todavía estamos en control, o solo estamos jugando el juego?