No empecé como un gran trader. Era imprudente. Inconsistente. Persiguiendo configuraciones sin un plan. Cometí todos los errores, a veces dos veces. Lo que cambió no fue el talento. Fue la consistencia. Ahora, antes de entrar en una operación, sé exactamente dónde estoy equivocado. Si el precio alcanza ese nivel, salgo. Sin debate. Sin vacilación. Sin historia. Este cambio, operar con estructura, lo cambió todo. Me dio claridad. Agudizó mi ventaja. Porque cuando sabes dónde estás equivocado, finalmente entiendes cuándo tienes razón. La mayoría de los traders no fracasan porque sean tontos. Fracasan porque construyen confianza sobre malos hábitos. Una operación ganadora por la razón equivocada es más peligrosa que una pérdida. ¿Por qué? Porque refuerza el caos. Y desaprender el caos lleva más tiempo que construir disciplina. Si quieres crecer, rastrea tus decisiones, no solo tu PnL. La consistencia es tu alfa. La disciplina lo hace repetible. Empecé en el 0.1% inferior. Me abrí camino. Tú también puedes. Pero solo si entregas el caos... y te comprometes con el proceso. ...