Un día, te mirarás en el espejo, más viejo, más sabio, y te preguntarás cómo el tiempo se escapó tan silenciosamente. Tus mayores arrepentimientos no serán tus fracasos. Serán las oportunidades que nunca tomaste. Gestiona tus riesgos. Protege tu paz. Pero toma algunas oportunidades. Porque sin riesgo... no hay historia que valga la pena contar.