Durante el fin de semana, fui testigo de algo a lo que todo inversor en criptomonedas debería prestar atención. Ethereum, la blockchain más grande del mundo, se congestionó y las tarifas se dispararon a más de $1,000 solo para procesar pequeñas transacciones. Es como pagar un peaje de mil dólares para conducir por una carretera de un solo carril. Esto prueba lo que he estado diciendo durante años: cuando el tráfico real llega al sistema, se quiebra bajo presión. Durante más de una década hemos hablado de ir en cadena, y ahora, con la adopción del mundo real finalmente sucediendo, las grietas están apareciendo. La innovación no se trata solo de hype o especulación, se trata de construir infraestructura que realmente pueda manejar la escala.