La característica más valiosa de un emprendedor: Un sentido de urgencia. La mayoría de las personas caminan despacio, piensan despacio, se mueven despacio, toman decisiones despacio. Se pasan la vida sin prisa. Sin energía. Sin emoción. Esas personas nunca logran hacer que las cosas sucedan. Terminan trabajando para alguien más, fichando a las 9 a.m. y saliendo a las 5 p.m. Haciendo lo absolutamente mínimo para que les paguen el próximo viernes y no ser despedidos. Nunca tomando la iniciativa para buscar oportunidades adicionales y nunca intentando emprender.