Es una locura que Ethereum haya arrasado con toda una generación de jóvenes adultos que son adictos a la dopamina, persiguiendo pump and dumps, pegados a sus gráficos de altcoins 24/7. Y ahora están animando a Wall Street que se apropia de su plataforma. Todo para que aún puedan tener un rendimiento inferior al de BTC año tras año.