Seamos honestos: a Israel y a sus partidarios no les importa cuántos niños palestinos sean asesinados de un tiro en la cabeza. Ya hemos superado los 20,000 niños muertos, ese número podría ser 200,000 y aún así no importaría. Para ellos, los palestinos son un colateral desechable. Por eso, mientras ven los mismos videos que nosotros, pueden encogerse de hombros y recurrir a todo tipo de gimnasia mental para proteger su proyecto de etnoestado y justificar lo injustificable.