La mayoría de las cosas en la vida no valen la pena ser perseguidas. Las cosas que realmente valen la pena, no se pueden ver ni tocar... Como la salud, la felicidad, la paz interior... Pero las personas a menudo caen en la trampa de perseguir cosas ilusorias, siendo cegadas por lo superficial. Reflexiona más, busca la calma, para poder mantenerte a ti mismo. Presta atención a aquellas cosas y personas que realmente merecen tu interés en la vida.