Maldito idiota sedicioso. El trabajo de las fuerzas armadas de cualquier nación es acercarse y destruir a sus enemigos de la manera más expedita posible. Ninguna fuerza armada de ninguna nación ha tenido jamás la misión de experimentar socialmente y averiguar cómo no matar a sus enemigos de manera eficiente. El hecho de que algún estadounidense le dé a este traidor neomarxista alguna credibilidad de cualquier tipo es bastante perturbador.