Al llegar al final de mi viaje por Europa, me he radicalizado 10 veces. Ver tu continente natal ser invadido por estas criaturas repugnantes y viles me enferma del estómago. Lo que es aún peor son los traidores en el gobierno o los patéticos blancos que se odian a sí mismos y que son espectadores. Me hace agradecer que en los EE. UU., sin importar cuán mal se haya puesto, todavía tenemos libertad de expresión y nuestra 2ª enmienda. Una solución debe suceder AYER, deseo la mejor de las suertes a todos mis hermanos y hermanas europeos. Tenemos que unirnos ahora más que nunca para reclamar nuestras patrias y luchar por nuestro pueblo.