Una conclusión inesperada de mi tiempo en el mundo cripto es que Visa y MasterCard tienen fosos increíblemente altos. Sus relaciones bancarias y regulatorias, así como la aceptación entre consumidores y comerciantes, están tan arraigadas en el comercio global que cada nuevo competidor acaba conectándose a ellos en lugar de reemplazarlos. argumentaría que su negocio es más defendible incluso que el de las mayores empresas tecnológicas del mundo. Y no, las stablecoins no suponen ninguna amenaza, sino un carril sobre el que pueden envolverse fácilmente.