La idea de que los inmigrantes no fueron clave para el éxito de Estados Unidos es absurda. Inmigrantes de Italia, Alemania y Hungría impulsaron el Proyecto Manhattan en la Segunda Guerra Mundial. Los irlandeses ayudaron a construir el arsenal de la democracia. Inmigrantes de Hungría, India, Taiwán y China fabricaron semiconductores y mantuvieron las comunicaciones seguras durante la Guerra Fría.