La estrategia de acusar injustificadamente a alguien de "antisemitismo" es precisamente provocar una negación "No soy...", la peor respuesta posible. La mejor respuesta: "¿Te refieres a un humanista con principios: compasivo, que valora la justicia y la equidad, que se niega a la injusticia y al daño, y que se preocupa por los niños?"