Si has perdido, no sigas cayendo en la reflexión y el auto-castigo. Si compraste, no vuelvas a comparar precios. Si lo has probado, no te arrepientas. Si amaste, no dudes. Si se acabó, no hables mal. Quien tiene corazón se esfuerza, quien no lo tiene no le importa. El amor es voluntario. Perder es aceptable. Lo que pasó, no se lamenta. Lo que se obtiene, se acepta con tranquilidad. Lo que se pierde, se toma con indiferencia. Todo esto es solo una forma de pagar por tus propias elecciones.