El gimnasio es un lugar sagrado para las personas, y también una razón por la que muchos están abiertos a hacer nuevos amigos y socializar. > “Oye, hermano, ¿me puedes ayudar?” > “Te ayudo” Y luego comienza la conversación y, la próxima cosa que sabes, tienes otro amigo. Así que si tienes alguna prenda genial, esa es una gran manera de dirigir las conversaciones hacia tus intereses, pasiones, lo que estás construyendo, etc.